Antes de las pizzas de anchoas, los italianos han estado poniendo pescado en el pan durante al menos 2000 años. Los antiguos romanos cubrían sus panes planos con garum, un condimento hecho de partes de pescado fermentado. El pescado era uno de los ingredientes para la pizza cuando se desarrolló a finales del siglo XVIII y principios del XIX en Nápoles.
La pizza es parte de nosotros y en muchos restaurantes es el platillo estelar. Esta comida es tan asequible que incluso puedes comerla desde casa. Puedes buscar pizza a domicilio cerca de mí y te aparecerán muchas opciones, entre ellas la famosa pizza margarita y una de puro queso. ¿Quién iba a pensar que las cosas iban a cambiar?
Las pizzas llegaron al continente americano
Las pizzas fueron la comida campesina y las anchoas eran un aderezo ideal: eran baratas, abundantes y podían conservarse casi indefinidamente en aceite y sal.
Cuando la primera ola de inmigrantes italianos llegó a los Estados Unidos a fines del siglo XIX, trajeron pizza con ellos. Las panaderías de propiedad napolitana vendían los pasteles a los trabajadores de las fábricas en la calle, manteniendo las fórmulas tradicionales.
En las décadas de 1910 y 1920, cuando los inmigrantes prosperaron y los angloamericanos comenzaron a probar la comida exótica, las pizzerías comenzaron a satisfacer los gustos locales.
Ofrecieron coberturas a la carta como verduras y pepperoni, particularmente en Chicago, la capital del procesamiento de carne del país. Las nuevas coberturas pronto desplazaron a las anchoas.
Cuando la pizza se convirtió en un producto común después de la Segunda Guerra Mundial, las revistas recomendaron que los cocineros caseros experimentaran con ingredientes no tradicionales como queso suizo, cebollas y salami.
Pizza de anchoas en la cultura popular
La película Loverboy de 1989 de Patrick Dempsey, presentó una broma de que nadie pide anchoas. Parece que las pizzerías persisten en ofrecerles más por nostalgia que por el deseo de vender más pizzas, y porque el costo de hacerlo es mínimo: los filetes de pescado en conserva son baratos y duran mucho tiempo en almacenamiento.
Hay algunos amantes de las anchoas, por supuesto, pero incluso estos fanáticos tienden a violar uno de los estándares estrictos y auténticos de la pizza.
La cocina napolitana no suele mezclar pescado con queso. Otra cosa: la tradición dicta que las anchoas que se usan en la pizza deben enjuagarse de sal antes de hornear. Las anchoas deben ser saladas, no agresivamente saladas.
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